WASHINGTON. Los casos de malaria en todo el mundo, que en el año 2000 se estimaba que eran entre 350 y 500 millones, se han reducido a unos 225 millones en 2009, pero todavía quedan “enormes problemas y mucho por hacer", indicaron hoy los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU.
La institución, conocida por su sigla en inglés NIH, publicó este comunicado con motivo del Día Mundial de la Malaria que se conmemora el 25 de abril y celebró “los avances importantes en muchas regiones del mundo para controlar” la enfermedad.
Las muertes atribuidas a la malaria han bajado también de más de un millón en 2000, a unas 781.000 en 2009, indicó la declaración añadiendo que “las disminuciones de los casos han ocurrido en todas las regiones afectadas y las mayores reducciones en el número de muertes por malaria han ocurrido en África”.
Los NIH hicieron referencia a algunos avances obtenidos en el último año en la lucha contra la enfermedad y, en particular, contra la aparición y propagación de parásitos que han desarrollado resistencia a los medicamentos convencionales contra esta.
El comunicado destacó la existencia de “un compuesto que actúa sobre un área novedosa del parásito y permite matar a los parásitos que hayan desarrollado resistencia a otros medicamentos contra la malaria”.
Asimismo los investigadores financiados por los NIH “identificaron recientemente un hongo modificado genéticamente que bloquea el desarrollo de los parásitos de malaria en el mosquito y que interrumpe la transmisión de la enfermedad”.
“Dado que los hongos no matan a los mosquitos es poco probable que estos desarrollen resistencia”, explicó el comunicado.
“Tales hongos podrían proporcionar una importante herramienta de intervención contra la malaria si los estudios demuestran que son inocuos para los humanos y eficaces”, añadió.
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